Tenía que protegerte...y perdóname,
ya me habré marchado.
Estoy triste por lo que dejo atrás,
pero a la vez estoy feliz porque por primera vez tomo mis propias decisiones.
Quizás esto te haga
cambiar.
Gracias a ti he aprendido que
en ocasiones hay que arriesgar para que las cosas salgan bien, que alguna vez,
para conseguir un sueño, hay que seguir un camino incierto. Pero que caer es
solo parte del juego y el único secreto está en volver a levantarse.
Y afortunadamente, uno nunca
está solo del todo.
Y aunque a veces nos parezca
que nada tiene sentido, la vida siempre encuentra la forma de seguir adelante.
También he comprendido que
alguna vez hay que romper con el pasado, pasa conseguir lo que queremos.
Y aunque toda ruptura nos
cause un dolor, solo al alejarnos entendemos que lo que hoy nos parece el
final, mañana será solo el principio de otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario