Seguidores

jueves, 13 de septiembre de 2012


Cuando un cristal o un plato se rompe  genera sonido de algo rompiéndose. Cuando una ventana se hace añicos,  la pata de una mesa se rompe, o se  cae un cuadro de la pared hace ruido.  Pero cuando tu corazón se rompe,  el silencio es total. Es algo tan  importante que piensas que su ruptura  hará tal ruido que se oirá en todo el mundo,  o sonará como un gong o un timbre.  Pero simplemente hay silencio y entonces  es cuando desearías que hubiese algún sonido  que distrajese tu dolor.


Si lo hay, es interno. Es un grito y nadie puede oírlo,  solo tú. Es tan alto que tus oídos pitan
 y tu cabeza duele. Es tan salvaje, como una herida abierta expuesta a agua marina,  pero cuando realmente se rompe,  solo se oye el silencio.  Gritas en tu interior, pero nadie puede oírlo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario